La homeopatía es un modelo médico clínico terapéutico que cuenta con más de 200 años de existencia y que utiliza sustancias obtenidas de vegetales, animales y minerales principalmente, en concentraciones muy pequeñas disueltas en agua y alcohol (también se pueden preparar por trituración en lactosa), agitadas de una forma específica. Frente al paradigma terapéutico occidental de eliminar o luchar contra la enfermedad, sus síntomas y sus agentes etiológicos; la homeopatía propone una terapéutica basada en el principio hipocrático en que lo semejante se cura con lo semejante, fortaleciendo al cuerpo para que se sane a sí mismo.
Por otra parte, se acentúa el papel que juegan las emociones en las enfermedades, asignándoles un peso mucho mayor que el que se les da en el modelo occidental clásico. Con estos elementos se ha desarrollado todo un sistema complejo de atención a la salud. Hay fuertes evidencias que apuntan hacia explicaciones tanto desde el punto de vista biofísico con el concepto de la “memoria del agua”, como de fenómenos bioquímicos implicados en la acción farmacológica de los medicamentos homeopáticos.
HISTORIA
La Homeopatía ha tenido presencia en México desde el año de 1850, fecha que marca el inicio de su práctica en el país, con el reconocimiento de Benito Juárez, primero por médicos españoles y posteriormente por médicos mexicanos que la realizaban en forma privada.
El 23 de junio de 1893 los doctores Joaquín Segura y Pesado, Ignacio Fernández de Lara, Ignacio María Montaño y Fernando Gómez Suárez solicitaron el apoyo oficial para establecer un Hospital en donde se atendieran enfermos con el sistema homeopático, obteniéndose éste, con don Manuel Romero Rubio, Ministro de Gobernación quien intercedió ante el general Porfirio Díaz Presidente de México para la fundación del Hospital Homeopático el 15 de julio de 1893. Con los éxitos logrados, el General Porfirio Díaz a instancias del propio Dr. Joaquín Segura y Pesado y los señores Rafael B. Castro y Bernabé Hernández, fundó la Escuela de Medicina Homeopática, por decreto el 10 de agosto de 1895, dentro del propio Hospital, iniciando sus funciones en enero de 1896 otorgándole carácter nacional y señalando desde entonces, en base al currículum de la misma, que los Médicos que egresaran de ella por su preparación, tendrían las mismas obligaciones y derechos que los Médicos Cirujanos Alópatas.
La Homeopatía fue incorporada oficialmente al sistema de salud por un decreto expedido por el presidente Gral. Porfirio Díaz en 1896 y ratificado por el gobierno del Gral. Plutarco Elías Calles en 1928. En 1896 se funda el Hospital Nacional Homeopático que en 1943 fue incorporado a los Hospitales Federales fundadores de la Secretaría de Salubridad y Asistencia. El Dr. Higinio G. Pérez, decide fundar la Escuela Libre de Homeopatía de México el 12 de octubre de 1912. Obtuvo su reconocimiento oficial el 18 de enero de 1930, cuando el Presidente Lic. Emilio Portes Gil, expidió un decreto por el cual concede a la Escuela Libre de Homeopatía de México el reconocimiento y privilegio a que se refiere la ley reglamentaria de las escuelas libres que hasta la fecha opera asimismo el Hospital anexo Higinio G. Pérez. En 1936 se creó el Instituto Politécnico Nacional, incorporándose la Escuela Nacional de Medicina Homeopática como escuela fundadora. En 1982, abrió su sección de postgrado, impartiendo el primer curso de especialización en terapéutica homeopática, con el reconocimiento oficial de la Secretaría de Educación Pública.
No obstante, desde 1960 se impartió el primer curso a nivel de postgrado en Homeopatía de México, A.C. La Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía responde a su trayectoria histórica consolidándose como una escuela pública y nacional que forma profesionales con conocimientos amplios de la medicina y de la homeopatía a nivel licenciatura y en postgrado para médicos no homeópatas y estomatólogos.
APORTES
La homeopatía utiliza sustancias en concentraciones no tóxicas que fueron probadas en personas sanas para determinar sus propiedades curativas.
El tratamiento es individualizado a cada paciente por lo que utiliza un enfoque clínico que le es propio para identificar los medicamentos más beneficiosos a la condición particular de cada enfermo. Como ejemplo, para manejar la enfermedad acido-péptica se tienen varios medicamentos útiles, pero el médico homeópata debe seleccionar el más adecuado a la forma específica de reaccionar de la persona hacia su padecimiento, por lo que toma en cuenta los cambios en su sensibilidad a los factores fisiológicos y ambientales, además de los cambios de humor y actitud observables durante la enfermedad, lo que le resulta en una mayor precisión en la selección del medicamento homeopático y una mejor respuesta curativa.
Se recomienda complementar el tratamiento homeopático con un estilo de vida saludable por medio de la dieta y ejercicio apropiados y adecuados a la edad y condición física del paciente, biofeedback, meditación o cualquier otra disciplina que disminuya los efectos del estrés. Es importante orientar al enfermo crónico para que identifique y modifique las condiciones agravantes o provocadoras de su enfermedad.
Fuentes:
https://www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/homeopatia-en-mexico